domingo, 18 de enero de 2009

Piriz (cuento)// Castellón (poesía) - Libro Saltando la soga - 16/01/09


María Luz Piriz y Silvia Castellón leyendo textos del libro recientemente publicado por el Fondo Editorial de la Pcia. del Chubut "Saltando la soga".
La poesía
ETÉREA


las almas de los muertos
no se preocupan por ocupar lugares de privilegio

son sólo
lucecitas libres

son viento lluvia día y noche

no pelean no gritan no tienen miedos

sus días son eternidades luminosas
sin frío ni calor

no compiten por esto o aquello

hay despojo

su etérea imagen
como la de las hojas que caen en otoño
se mece en el viento

están siempre aquí y allá

viendo la perspectiva de los sueños ajenos
de aquellos que sí compiten
y gritan y pelean

y buscan en todo
lugares de privilegio

las almas de los muertos
son sólo

lucecitas libres
S. C.
El cuento
(leyenda)
EL VIENTO DEL OESTE



Nació con los ojos abiertos y con un gesto de asombro en su carita, amoratada por el sufrimiento del parto.
Pero no lloró.
La Machi dijo que era una mala señal, que la niña estaba viendo cosas que no iba a poder soportar, que en su cuerpito se iba a meter todo el dolor de su pueblo.
Pero no lloró.
Creció jugando y aprendiendo como todos los chicos de la tribu.
Cuando se escucharon ruidos de galopes de caballos y de los sables y de las voces de mando de los huincas, empezó a llorar y no paró nunca más.
Aún cuando separaron la cabeza de su cuerpo, con un certero sablazo, siguió llorando.
Todavía hoy se la escucha llorar, desde el oeste.
Algunos hombres blancos, que no saben oír, dicen que sólo es el viento.
M.L.P.

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